sábado, 13 de marzo de 2010


me he terminado por cabrear. Había decidido no revelar algunos secretos, pero ahora ya no puedo permanecer callado. El jodido Cagon no es otra cosa que un imitador. Me copió, hace años, todas las poses y los tarareos. Ahora veo que no sabe hablar ni en inglés ni en macedonio. Me tiene hasta los mismísimos. Como me lo cruce le meto dos collejas instantáneas. Que se vaya preparando.

2 comentarios:

  1. en un próximo posteo de obvia cohabitación ilícita, el debate ni tan escolástico ni demasiado ilustrado sobre citas, copias y alusiones al trompeteo caníbal. fernando, desde las antillas andinas, agradecemos el tip.

    ResponderEliminar