Despues de mil inconvenientes: puesta en escena, gestiones de unos y otros... Cagon and Crista realizó una de sus piezas históricas (las piezas son históricas cuando no parecen históricas) recomendable su visionado para filosofos de guardia, que suelen estar a uvas o comiendo canapes. Cagon los pilló desprevenidos a todos, encerrados en una habitacion, todos, digo, los invitados, relevantes, comiendo jamon y haciéndose autopresentaciones en corrillos; el ala dura de la cerrazón, de nuevo, utilizó su impronta y su mano, esta vez no llevaba la bola del mundo sino una cebolla utilizada como trapo y elixir para la limpieza de su instrumento. Llegó sigiloso, no siendo detectado hasta llegar al centro de la habitación, inmediatamente lo rodearon 10 trompetistas haciendo un circulo sobre el centro del núcleo, sentado, Cagon y desfundada su trompeta de su estuche, con un solo gesto a uno de los trompetistas, dio paso, sin ninguna palabra ni presentación, con una sobriedad de funeral, a un estado in crecendo de alegria a un "tiiro, tiiro, tiiro, tiiiro, ti, tito, tito, taaaa... y más" "Balada triste para trompeta con cebolla"
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